Hace muy pocos años, apenas a comienzos de los años 60s, en Estados Unidos los negros no podían viajar en el mismo transporte público que los blancos, había escuelas separadas. Todavía quedan algunas universidades donde se mantiene esa división de manera informal (Texas A&M en Prairie View, Texas, es una universidad creada para los negros, separada de la misma universidad en College Station, Texas, creada para los angloamericanos. En la actualidad no hay segregación, sin embargo Prairie View mantiene una mayoría negra entre sus estudiantes y College Station una mayoría angloamericana). Hoy, unos 50 años después, llega a la presidencia el primer presidente negro con el apoyo popular más amplio que se ha visto en Estados Unidos en muchos años.
Obama llegó al gobierno gracias a la campaña que se hizo con voluntarios que iban visitando cada una de las casas en su propio barrio, iban puerta por puerta, llamaban por teléfono a listas de vecinos que se encontraban en el website de la campaña. Llegó a la presidencia organizando a sus seguidores a través de la Internet, haciendo una campaña en la que no se atacaba a nadie sino que se decía qué se iba a hacer. Se hablaba de esperanza, pero explicando cómo se iba a construir la esperanza, se explicaban los proyectos.
Se escuchaba las propuestas de los que simpatizamos con él. Me consta porque en dos ocasiones escribí en la sección de sugerencias del website. Una se relacionaba con los debates y lo que se decía en ellos. En uno de los debates, McCain se enorgullecía de ser amigo de Kissinger y yo le escribi a los organizadores de campaña explicándoles que Kissinger había apoyado las dictaduras en América Latina en los años 70s (y esto lo leí en un manual que se entrega gratuitamente a los estudiantes de escuelas secundarias de Texas, además de haberlo leído antes en otros artículos o libros) y que lo mejor que podía hacer Obama era no decirse amigo de Kissinger, porque eso le haría perder el voto de mucha gente que conocemos esa parte de la historia. La segunda vez que les escribí, les sugerí que llevaran un inventario de la gente a la que habían llamado y si la persona habia dicho que ya había votado por adelantado o por correo, que no volvieran a llamarla, porque la insistencia iría en contra de Obama. En las dos ocasiones recibí una respuesta y me dijeron que escucharon mis sugerencias y las implantarían.
Obama no aceptó el dinero que da el congreso para realizar campaña política, sino que acudió a sus seguidores. La gente donaba lo que podía (1, 5, 10... 100, 1000 dólares... todo era bienvenido y agradecido.) La campaña para obtener dinero se hacía por medio del correo electrónico y las donaciones se hacían online. Con esta forma obtuvieron donaciones récord de alrededor de 265 millones de dólares. El promedio de las donaciones era de menos de 100 dólares y los que donaban eran gente común, como cualquiera de nosotros. Yo estoy pasando por una transición laboral pero siempre tuve 25 dólares para donar a la campaña y lo hice en varias oportunidades, como yo hay millones de personas que aún sin un empleo fijo o con sueldos de 7 dólares la hora, donaban algo.
La internet y todas sus comunidades hicieron que en Estados Unidos hubiera récord de asistencia a votar. Además hubo cosas curiosas: en Houston, Texas, Joe the Plumber repartía sopapas (sí... de esas que se usan para destapar el baño) y propaganda de McCain. Joe the Plumber es un estereotipo del norteamericano medio y, supuestamente, apoyaba a McCain. En algunos lugares, se ofrecía borrar antiguos tatuajes y hacer un tatuaje nuevo con el logo de uno de los partidos, Starbucks (la multinacional del café) repartía café gratis a toda persona que hubiese votado; Ben and Jerry, una cadena de heladerías, repartía helados gratis, un estudiante mío diseñó junto con su novia, pósters y tarjetas postales (http://www.obamistic.com/) que se regalaban a todo el que fuera a averiguar dónde votar en las sedes de Obama, también las vendieron en la convención demócrata y todo el dinero recaudado lo donaron para la campaña ... lo importante era que la gente se entusiasmara y votara.
Esta campaña de Obama muestra todo lo que se puede hacer para llegar al gobierno, sin agredir, con la verdad y movilizando a la gente y usando la tecnología que poseemos en la actualidad. ¡Sí se puede!
Video de Obama el 3 de noviembre de 2008
Video de Obama el 4 de noviembre de 2008
Yes, we can! Vean esto… y seleccionen View original site, es un link que lleva a la imagen original, una mezcla de humor basado en la triste realidad de Sarah Palin. Una vez que estén en el sitio con la imagen de Sarah Palin, hagan click cuando aparece una mano.
Nov 5, 2008
Nov 1, 2008
Crónica de un simple cartel…
Esta nota es parte de un proyecto para el curso Política 2.0, que se realiza en PJ Digital, Aula Virtual. La tarea era escribir sobre un tema social, político, económico del lugar en que vivimos, como no vivo en Argentina, mis compañeras me sugirieron escribir sobre la ciudad en que vivo.
Vivo en Albuquerque, Nuevo México, Estados Unidos. Pongo Estados Unidos porque con frecuencia tengo que explicar una y otra vez que no vivo en México y no porque no me guste México, he vivido en ese país y me encanta la cultura, la comida, la gente, sino porque ahora vivo acá. Sin embargo, el tema de esta breve nota no es el desconocimiento o la negación de la existencia de Nuevo México, uno de los estados más pobres de la Unión (puede ser que haga otra nota sobre este tema), sino hablar de mis vecinos y su protesta simple, silenciosa pero efectiva. Mis vecinos se llaman Bill y Karen. Bill es un demócrata, profesor de diseño industrial jubilado, fanático de los modelos de trenes (tiene un tren a escala en el fondo de su casa. El fondo de su casa es la montaña y siguiendo el relieve de la montaña construyó su modelo de tren, con pueblos, estaciones, etc.), amante de la música, creador de cortometrajes junto con su esposa. Karen es demócrata también y profesora de piano y amante de los animales. Ellos han iniciado hace bastante más de un año una protesta silenciosa contra la guerra en Irak. En el jardín de su casa tienen un pequeño cartel que dice: In Memory y un número, el número representa los norteamericanos muertos en Irak. El número lo cambian cada vez que un norteamericano muere en la guerra. Ese número se ha duplicado desde que vi el cartel por primera vez. Aunque es pequeño, es imposible no verlo y no preguntarse qué significa y todos los pasan por la calle donde vivimos, lo hacen: lo miran, sacan fotos y llegó a los noticieros en la televisión de Albuquerque. Sé que ese número no expresa a todos los iraquíes que han muerto en esta guerra absurda, sé que no representa el dolor de un pueblo invadido por otro país que dice llevarle la democracia (cuando en realidad está tratando de quedarse con riquezas que necesita para si mismo), sé que ese número no muestra a todos los civiles muertos en esta guerra, aun con limitaciones es una protesta.
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